SALINAS
La ciudad es considerada el balneario más importante, popular y
visitado del Ecuador, por sus hermosas y acogedoras playas, hoteles de
primera categoría, clubes, bares, discotecas y centros deportivos para
el turista. Entre los atractivos turísticos de Salinas se destacan:
- Playa de Chipipe: Es la playa más ancha, conocida y segura de
la zona, posee escasas olas por lo que es recomendable para niños y
personas inexpertas. Sus tranquilas aguas azules, las aves, la playa y
los altos edificios a su lado hacen del lugar un paisaje muy atractivo.
En el medio de la playa se encuentra el "Salinas Yacht Club".
- Playa de San Lorenzo: Esta playa ofrece olas grandes, por lo que es ideal para la práctica del surf,
Aquí hay una variedad de artesanías y actividad pesquera. En esta playa
hay numerosos cangrejos que, al acercarse una persona, se ocultan en
agujeros hechos en la arena por ellos mismo. 6
- Playa de Mar Bravo: En esta playa está prohibido bañarse,
porque sus aguas son muy peligrosas. Las puestas de sol son el atractivo
principal del lugar.
- La Chocolatera: Está ubicada en la Base Naval de Salinas. Es
el extremo occidental de la ciudad, el cantón, la provincia y del país;
además es el punto más occidental de Sudamérica.
Se llama Chocolatera por la forma en que las olas revientan en las
cuevas existentes, formando espuma y vapor como una taza de chocolate.
Cuenta con una colonia de 20 lobos marinos y un faro.
- Las piscinas de Ecuasal:
Son pozos de sal que dan el nombre de Salinas a la ciudad. Aquí se
puede observar el proceso de extracción de la sal y 116 especies de aves
del lugar, algunas migratorias.
Museo Salinas Siglo XXI: Ubicado en las calles Malecón y Guayas y Quil, es conocido como “El museo de la Gran Península”. La sala Arqueológica
presenta una muestra completa de las culturas que se asentaron en esta
gran península, bienes de las culturas Valdivia, Machalilla y Engoroy
(Chorrera) del periodo Formativo (4200 a. C. – 500 a. C.), Huangala y Jambelí del periodo Desarrollo Regional (500 a. C. – 500) y Manteño-Huancavilca del periodo de Integración (500 – 1530),
donde se destacan estatuillas antropomorfas y zoomorfas, vasijas
ceremoniales y utilitarias, botellas silbato, hachas de piedra, collares
con cuentas de Spondylus, pitos y ocarinas y una diversidad de sellos
tanto cilíndricos como planos. La sala Naval exhibe una maqueta
de una balsa Manteña-Huancavilca, reproducida de acuerdo a la
descripción de Sámano de 1526. Los Huancavilcas llevaban en sus grandes
balsas vasijas de color negra, manos y metates de piedra para la
molienda de granos; pesos esféricos de piedra para las redes y ojivales
para los buzos los cuales sirvieron también para golpear y desprender
las conchas Spondylus adheridas a las rocas; objetos de cobre como
hachas con mango y hachas monedas y, de concha Spondylus, cuentas de
formas circulares y rectangulares las que eran comercializadas junto con
el material de cobre, en México y Perú, son las evidencias de los
últimos mil años de navegación en nuestro país. Una maqueta que
reproduce el galeón Jesús María de la Limpia Concepción más conocido
como “La Capitana”, nos traslada a la época de la Colonia y en las
vitrinas se exhibe lo rescatado en dicho galeón que encalló en 1654 en
las costas de Chanduy. Monedas de 1, 2, 4, y 8 reales llamadas
macuquinas o machacadas fueron hechas en plata y trasladadas en las
embarcaciones hasta Panamá y de allí al Caribe para ser llevadas a
Europa; Fragmentos de cubiertos y platos de plata y de cerámica conocida
como mayólica, barras de estaño, de plata, balas de cañón tanto de
bronce como de hierro y las de plomo para los mosquetes. Una cruz de oro
con inscripciones en latín, un arete con perla, bases de mechero y
candelabro de plata, una hebilla, pendientes de metal y de agate
corresponden al material de uso personal usado por los pasajeros que
viajaban en esta nave y que encalló frente a las costas del poblado El
Real.
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